dimarts, 15 de juny del 2010

Carta de despedida

Un escrit trobat al calaix...

conciencia humana

Aposté por ti desde un principio y, una vez tras otra, me has decepcionado. Cada vez ha sido más dura que la anterior. No me preguntes el porqué, pero aun sigo confiando en ti, aun creo que algún día llegarás a ser lo que yo siempre soñé que serías: un ser bueno, honesto, con mucha dignidad y justo orgullo. De momento, no encuentro motivos que satisfagan mis expectativas hacia ti, pese a seguir esperando... la esperanza es lo último que se pierde.
En un principio todo parecía ir bien, creí que de verdad conseguiría que me escucharas, que me hicieras caso... pero poco a poco, des del momento en que el maldito poder se posó en tus manos ambiciosas me pisoteaste, te convertiste en la puerta que se cierra, en el oído que no escucha, me diste la espalda cuando yo solo quería ayudarte, hacer que fueras feliz y que hicieras feliz todo lo que te rodea.
Pero me he dado cuenta de que todo lo que ha caído en tus manos se ha roto, los has roto tú con tu avaricia, con tus ansias de poder, cuanto más tenías más querías, y poco a poco dejaste de escucharme, me convertí en tu silencio, me ocultaste hasta el punto de olvidar que existo.
Ahora tan solo te guías por lo que tú crees, tú te marcas tus metas, cuyas consecuencias son fatales, pero eso a ti te da igual.
Crees que vives más tranquilo sin esa vocecita que te dice lo que está bien y lo que no, con el único fin de intentar que te conviertas en un ser mejor, más puro.
No sé si eres consciente del daño que estás haciendo... supongo que no. Pero tal vez mi paciencia también tenga su límite y, tal vez, cuando me eches de menos yo ya no estaré para ayudarte, ni mis oídos para escucharte, ni mi voz para aconsejarte. Tal vez esta sea la última vez que lo poco que queda de mí en tu interior se manifieste. Tal vez esta sea tu última oportunidad de arrepentirte, de arreglar todo aquello que destruyes a tu paso.
He descubierto que eres un cobarde, te cobijas en el poder que sabes que todo lo puede, y te aprovechas de aquellos a quienes tu protector no protege.
Es una lástima, una verdadera lástima, pero es así... poco a poco descubrirás que tu único amigo será ese poder. No olvides que algo capaz de hacer tanto daño nunca será un buen amigo. Te apuñalará en cuanto no le hagas falta, te dará la espalda igual que tú me la diste a mí hace mucho tiempo, igual que te la has dado a ti mismo... no entiendo cómo puedes ser tan cínico.
Mi decisión es irrevocable. ¿Te niegas a escucharme? Allá tú, poco a poco te darás cuenta de que no vales nada, de que no eres más que una miseria, ya que sin el poder, quedas muy por debajo de los seres a quiénes tú ahora desprecias, ya que tal vez ellos si me cuidan y me escuchan.
Sólo me queda decirte que darme la espalda a mí significa dársela a tu dignidad, a tu orgullo, a ti mismo.
Sigue jugando con fuego, cuando te quemes yo no estaré aquí para curarte. Te miraré desde lejos, veré como te hundes en la miseria que tú mismo has creado para otros.
Es una verdadera lástima; no sé como tú, pudiendo haber sido tan grande, has escogido un camino tan ruin y cruel. No intentes llamarme cuando el daño que has hecho se vuelva contra ti.
Firmado:
LA CONCIENCIA HUMANA

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